Los alumnos de una preparatoria en el pueblo de Santa Rosa Jáuregui, en Querétaro, donaron una parte de su beca “Benito Juárez”, que da el gobierno de la República, para comprar un lote de ladrillos y así construir las bardas de su futura escuela.
Cada uno de los alumnos dio 200 pesos para juntar 8 mil. Pero el costo total fue de 9 mil 200, así que el dinero que faltaba lo pusieron tres profesores.
Amanda Díaz, una de las maestras responsables del proyecto, aseguró que desde hace cuatro años habían pedido a las autoridades del estado apoyarlos en las instalaciones para una nueva escuela pero hasta ahora no habían atendido la solicitud.
Los jóvenes de preparatoria comparten el mismo espacio con los de grados menores en la comunidad.
Los profesores dicen que la falta de espacio perjudica el nivel educativo de los jóvenes, además se les complica realizar prácticas de algunas materias. Tampoco tienen espacio para instalar computadoras o guardar libros.
A través de un video compartido en redes sociales, maestros y alumnos pidieron a las autoridades que atiendan las necesidades de esta escuela para que puedan terminar sus estudios.
“Atendemos a una de las comunidades más golpeadas por la pobreza y la delincuencia en Santa Rosa Jáuregui, Querétaro. Y retamos a que nuestros diputados y senadores donen un peso por cada peso que aportaron los muchachos”.
¿En qué más se han gastado las becas?
Además de invertir este dinero en su educación, en redes sociales, otros alumnos de distintos estados, igual de preparatoria han presumido que la beca Benito Juárez la han gastado en comprar alcohol para fiestas.
Los padres han dicho que está mal administrado el dinero al dárselos directamente a ellos. “No les dura más que un día, al siguiente ya no traen nada”, comentan.
La Coordinación de Programas Sociales aseguró que este apoyo es para que los jóvenes no dejen la escuela por falta de dinero para utilizarlo en el transporte, inscripciones o material escolar.
Aunque admitió también que existen riesgos de que malgasten el dinero, pero también es responsabilidad de los padres y de las escuelas, orientarlos para usar este recurso de la mejor manera.