El Día del Estudiante no tiene un origen de fiesta como algunos piensan. Se creó para conmemorar a un grupo de alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que pedían se le diera autonomía a la máxima casa de estudios.
Su origen es de 1929, como recuerdo al movimiento estudiantil de 1929. De acuerdo con una versión de la UNAM, el movimiento fue reprimido tras mostrarse a favor de la libertad de cátedra y la autonomía universitaria.
En esa época decidieron hacer dos cambios: aumentar un año la educación preparatoria y modificar los exámenes profesionales en la Facultad de Derecho. Esto provocó que los alumnos se inconformaran, e intentaron negociar con las autoridades quienes se negaron. Después colocaron una bandera rojinegra en la facultad, como señal de huelga.
El 23 de mayo hubo una pelea en la Escuela de Derecho entre estudiantes y bomberos. Hubo heridos de ambas partes, lo que causó que el movimiento se ampliara y se unieran otros planteles. Una asamblea en la Casa del Estudiante decidió que la huelga sería indefinida.
Días después, una manifestación se dirigía a las redacciones de los periódicos para dar a conocer su decisión de mantener la protesta. Pero fue agredida en la avenida Juárez por bomberos y policías. En los periódicos de la época se publicó:
“A las doce y media horas se retiraron las tropas. A las diecisiete tenía lugar, en la Facultad de Derecho, un mítin. Se homenajeó a los heridos del 23 y se exigió que el 23 de mayo fuera declarado Día del Estudiante y que en la Plaza de Santo Domingo fuera colocada una plana con el texto Plaza 23 de Mayo. El doctor Puig Casauranc se declaró a favor, y placas fueron colocadas…unos días más tarde”.
El 29 de mayo, el entonces presidente Emilio Portes Gil, concedió la autonomía universitaria. Prometió a los estudiantes que en los próximos días se aprobaría esta ley. Sucedió en junio de ese año, y el 10 de julio de 1929, fue promulgada la ley Orgánica con la que nació la Universidad Nacional Autónoma de México.