Lala es una perrita blanca tipo Pitbull que vivía en Iztapalapa. Un diablero de la Central de Abastos en aparente estado de intoxicación, le roció solvente y le prendió fuego causándole graves quemaduras, así lo registró Mundo Patitas, una asociación sin fines de lucro encargada de combatir el maltrato animal que se encuentra en Santiago Tlaltepoxco, en Huehuetoca, Estado de México.
Nuestro país es el que tiene más perros callejeros en Latinoamérica según con la compañía global Boehringer Ingelheim; además, el número incrementa 20% cada año.
El tratamiento para salvar a Lala cuesta más de 7 mil pesos que la fundación está recaudando, tras su recuperación, la asociación le ayuda a los animales a encontrar nuevos y amorosos dueños.
Ese fue el caso de otro peludito que vivía encadenado a un camión de basura y que tras la intervención de la asociación, fue adoptado por un joven que busca darle una mejor calidad de vida.
Mundo Patitas fue fundada en 2007 por Norma Huerta para “ser la voz de los que no la tienen”, es decir, de los animales. Vela por los tres derechos que establecen son fundamentales para cualquier individuo: vida, libertad y el no sufrimiento.
La asociación actualmente tiene alrededor de 34 voluntarios y como parte de sus actividades, colaboran con el Sistema de Transporte Colectivo Metro: si un perrito de la calle entra a estas instalaciones, Protección Civil lo resguarda hasta que el equipo de Mundo Patitas lo recoge y lo lleva al veterinario para ser revisado y descartar enfermedades.
“Tenemos un santuario. Lo llamamos así porque no es un albergue, pues nosotros no recibimos perros rescatados por otras personas porque, a veces, no tenemos el espacio o los recursos suficientes”, comenta Norma, quien cuida alrededor de 30 canes en dicho lugar.
¿Cómo hago para adoptar un perrito rescatado?
Si te interesa adoptar a alguno de estos cachorros valientes, tienes que llenar una solicitud, llevar una correa y una cadena, mostrar tu identificación oficial y dar una cuota de recuperación, que se usa para comprar alimento y otros artículos. El proceso conlleva un seguimiento como visitas periódicas a tu hogar y la entrega de un informe y fotografías sobre la adaptación del perrito. En caso de que las cosas no funcionen, es necesario que el cachorro regrese a la asociación.
Los fines de semana, además, los puedes encontrar en Parque México, donde conocerás a varios de los peludos que buscan hogar.